Con la llegada del verano y los días soleados, es inevitable pensar en ese bronceado que todos buscamos. Pero, ¿es cierto que algunos alimentos como la zanahoria pueden ayudarnos a cambiar el tono de nuestra piel?
Hoy vamos a explorar la ciencia detrás del bronceado, el papel de los betacarotenos y entenderemos cómo nuestra alimentación puede influir en la pigmentación de nuestra piel. Pero recuerda, independientemente del tono que tenga esta, siempre es imprescindible protegerla de la radiación solar utilizando una crema solar adecuada.
Exposición al sol y producción de melanina
Cada persona tiene una respuesta distinta a la exposición al sol, sobre todo cuando se trata de broncearse. Mientras que algunas personas se broncean con facilidad, otras pueden quemarse y no llegar a ponerse morenas. ¿A qué se debe esto?
Primero, es importante entender por qué nos bronceamos. La coloración de nuestra piel se debe en gran medida a la presencia y distribución de un pigmento natural conocido como melanina. El papel fundamental de la melanina es actuar como escudo, protegiendo la piel del daño oxidativo causado por la exposición solar y previniendo así un envejecimiento cutáneo prematuro.
Cuando nuestro cuerpo se expone a los rayos ultravioleta (UV), producimos más melanina para proteger las células cutáneas de posibles daños. Esto, a su vez, provoca un efecto de oscurecimiento de nuestro tono de piel.
La cantidad de melanina que posee una persona tiene una influencia directa en su tono de piel y el color de su cabello. Esta cantidad está regulada por factores genéticos.
Influencia de los betacarotenos en el bronceado: el mito de la zanahoria
Entonces, ¿qué papel juegan los alimentos ricos en betacarotenos como la zanahoria en el bronceado?
En primer lugar, es importante aclarar que aunque las zanahorias son sin duda una verdura sana y nutritiva, el consumo de vegetales y otros alimentos no tiene ningún efecto en la producción de melanina.
Sin embargo, es importante mencionar que la zanahoria contiene betacarotenos, que son un pigmento de color naranja y amarillo presente en muchos vegetales y frutas. Entre los alimentos ricos en betacaroteno se encuentran los melocotones, los albaricoques, los pimientos, el melón y las cerezas.
Cuando consumimos estos alimentos, nuestro cuerpo puede transformar los betacarotenos ingeridos en vitamina A en las paredes del intestino. A medida que los niveles de vitamina A en la sangre aumentan, se puede observar un ligero cambio en el tono de color en la piel, especialmente en áreas donde hay mayor acumulación de grasa subcutánea y sudoración, como las palmas de las manos y las plantas de los pies. Sin embargo, este tono de color no es uniforme en todas las partes del cuerpo.
Es por ello que, si bien los alimentos ricos en betacarotenos como la zanahoria no proporcionan un bronceado directo, consumirlos puede contribuir a obtener un ligero tono anaranjado.
La protección solar oral y sus beneficios
La protección solar oral es una forma complementaria de cuidar nuestra piel desde el interior. Consiste en tomar complementos alimenticios diseñados para ayudar a proteger la piel contra los rayos ultravioleta (UV). Estos suplementos contienen ingredientes naturales como antioxidantes, vitaminas y minerales que fortalecen las defensas de la piel.
Algunos beneficios de la protección solar oral incluyen reducir los efectos negativos de la exposición solar, como el envejecimiento prematuro y las quemaduras solares, promover una piel más sana y resistente, y ofrecer una protección adicional junto con el uso de protectores solares tópicos.
Solar Care de Zenement
Tomar Solar Care antes de la exposición al sol puede proteger la piel de los rayos UV, prevenir las quemaduras solares y preparar la piel para el bronceado. Nuestra fórmula incluye Calaguala, que ayuda aumentar la tolerancia de la piel a la exposición solar y a reducir el enrojecimiento que esta provoca, y té verde para combatir los radicales libres que se forman con los rayos UV. También contiene vitaminas A, C, D y E para mantener una piel saludable.
En definitiva, si bien es cierto que la alimentación y el consumo de betacarotenos pueden influir en el color de nuestra piel, el mito de la zanahoria y el bronceado es en gran medida solo eso: un mito.
Para proteger la piel de los daños del sol, es fundamental usar cremas con factor de protección solar, pudiendo reforzar esto con los suplementos nutricionales adecuados, como el Solar Care de Zenement.