¿Conoces los diferentes formatos de los complementos alimenticios?

¿Te has preguntado alguna vez por qué cada complemento alimenticio tiene una forma diferente, como cápsulas, comprimidos o softgels, entre otros? La elección del formato no es arbitraria, sino que depende de varios elementos, como por ejemplo de la dosis que se quiera administrar por unidad o del tipo de ingrediente que contenga. En este artículo descubriremos para qué se usa cada uno de los formatos de complementos alimenticios, y cuáles son sus ventajas asociadas. 

Cápsulas duras (Cápsulas)

Se usan para aquellos ingredientes que están en forma de polvo, como los extractos de plantas, los minerales, o las vitaminas hidrosolubles (solubles en agua). Existen diferentes tamaños de cápsulas, pero normalmente se usan las de tamaño “0” o “00”, en las que caben unos 600 u 800 mg de polvo respectivamente. El material de esta cápsula puede ser de gelatina o de celulosa (opción vegana).

Si tienes problemas para tragar este tipo de cápsulas, puedes abrirlas y mezclar el polvo con yogur o algún líquido, evitando siempre que esté caliente, pues podría dañar los principios activos del complemento.

Cápsulas gastrorresistentes 

Es muy útil para ingredientes como los probióticos, ya que nos interesa que lleguen íntegros al intestino. Parecen cápsulas normales, pero tienen un ingrediente extra en su composición: la goma de gellan. Este ingrediente permite que las cápsulas sean resistentes al ácido del estómago y que se disuelvan en el pH más elevado del intestino, liberando directamente allí su contenido. 

Las cápsulas gastrorresistentes son una excepción, no se pueden abrir, ya que como imaginarás después de lo que hemos explicado, si las abrieras su contenido dejaría de estar protegido del ácido del estómago y no ejercería su acción sobre nuestra microbiota intestinal.

Comprimidos 

Al igual que las cápsulas duras, estos también se usan cuando el principio activo es en polvo. Pueden tener diferentes tamaños, y permiten disponer de más cantidad de principio activo que las cápsulas, pues los polvos se “comprimen” en una pastilla. Por ejemplo, en unos de los comprimidos más grandes tipo “ibuprofeno”, caben 1000 mg de Vitamina C. Sin embargo, no todos los polvos se pueden comprimir, ya que al comprimir el polvo se calienta y la temperatura podría estropear algunos principios activos. 

En Zenement, optamos por no recubrir nuestros comprimidos para mantener su pureza y naturalidad, evitando así la adición de ingredientes innecesarios.

Polvo 

Esta forma galénica permite la administración de dosis elevadas usando un cacito o una cuchara, optimizando la biodisponibilidad y la absorción del suplemento. La naturaleza pulverulenta facilita una liberación rápida y eficiente de nutrientes, crucial para aplicaciones terapéuticas o suplementos destinados a mejorar el rendimiento deportivo. 

Cápsulas blandas (Softgels) 

Se usan cuando el principio activo a encapsular es liposoluble (soluble en grasas), como por ejemplo la vitamina D3. Si la cantidad de principio activo no es suficiente para llenar todo el volumen de la cápsula, se usa un aceite vegetal como relleno, por ejemplo en nuestro caso el aceite de oliva virgen extra ecológico. 

Existen diversos tamaños y formas de softgels, aunque el más grande que se suele producir es de 1 g (1000mg) de principio activo. Tamaños mayores serían difíciles de ingerir. 

La cápsula suele estar compuesta de una mezcla de gelatina, glicerina y agua. Sin embargo, en los últimos años se ha estado desarrollando la tecnología para hacer softgels veganos. No obstante, aún presenta diversas limitaciones, como por ejemplo el hecho de que es difícil hacerlos de tamaño grande, como los de 1g.  

Gotas 

Esta forma es muy útil cuando se necesita administrar una dosis diferente según la necesidad. Este puede ser el caso de la melatonina (dosificada en mg), pues hay quien con 4 gotas (1 mg) tiene suficiente, o hay personas que necesitan una dosis mayor, por ejemplo de 7 gotas (1.8 mg), para notar su efecto.

Líquido 

Los complementos alimenticios líquidos son una forma farmacéutica útil y práctica  para las personas con dificultades a la hora de tragar cápsulas o comprimidos. La incorporación de sabores agradables en estas formulaciones líquidas potencia la aceptabilidad y toma por parte del consumidor. La forma líquida facilita además una absorción rápida y eficiente de los principios activos. No obstante, son más difíciles de transportar en el día a día. 

A continuación te dejamos una tabla con algunos de nuestros productos en función de la forma farmacéutica en que se presentan: